Luego de la repercusión de los casos de Felipe Pettinato y el cantante “Chano”, y a los 11 años de la sanción de la ley de salud mental, se pone en debate el artículo 20 de la misma, que habla del carácter voluntario de la internación en pacientes psiquiátricos y adictos. Por María Sol Pena
La ley de salud mental es criticada por unos y alabada por otros desde que se implementó hace 11 años. Hasta el momento en el que se aprobó no había una ley de estas característicasa nivel nación, por lo que fue considerada vanguardista, surgiendo además en el contexto de las leyes de derechos humanos tales como la de identidad de género y la del matrimonio igualitario, enmarcándose en una perspectiva de salud integral. A partir de los incidentes ocurridos recientemente con Pettinato y Chano, se reavivaron las discusiones en torno al artículo 20 de la ley, que establece que la internación involuntaria de un paciente es un recurso “excepcional” que “solo podrá realizarse cuando a criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros”, artículo 20 de la ley. La madre del cantante "Chano", Mariana Charpentier, se presentó el lunes pasado en el Senado de la Nación, donde fue invitada para hablar sobre la Ley Nacional de Salud Mental al cumplirse once años de la sanción de la norma, en medio de la situación de salud que atraviesa su hijo, quien fue internado nuevamente por su adicción. Charpentier expresó durante su discurso: “¿Por qué nos tenemos que avergonzar de tener hijos con la enfermedad de la adicción? Tiene el síntoma del consumo, pero detrás hay una depresión. La ley no me ayudó. Tengo facilidades económicas que me permitieron pagar internaciones carísimas, pero esa no es la realidad del común de las madres. ¿En qué cabeza entra que una persona que consumió marihuana, paco o cocaína va a ir libremente a internarse?”, y agregó: "el supuesto equipo interdisciplinario (mencionado en la ley) lo tiene (el cantante) porque lo paga, pero me pregunto qué sucede con el resto de las madres de adictos que tienen esa posibilidad. Está lleno de madres que no tienen prepagas, que no tienen nada", señaló. Por el contrario, el médico psiquiatra y ex Director Nacional de Salud Mental y Adicciones, Hugo Barrionuevo, expresó que “la Ley Nacional de Salud Mental no obstaculiza las internaciones, todo lo contrario: empodera al equipo de salud y lo faculta a decidir internar a una persona contra su voluntad en caso de que exista riesgo a la integridad física propia o de terceros”. Lo que posibilita este artículo en específico es que el futuro del paciente dependa del equipo de salud mental, compuesto por psicoanalistas y psiquiatras, y no de la familia como sucedía anteriormente. Antes no se tenía en cuenta a la persona enferma, sino que la decisión estaba en manos de terceros que no eran profesionales de salud mental. Barrionuevo explicó que el riesgo se considera como tal “cuando es cierto e inminente, no potencial, para también proteger la libertad de las personas que no están ni ponen a alguien más en riesgo”. Incluso, explicó que “la Ley exige la creación de un servicio de internación específico en hospitales generales, por lo que debería haber más disponibilidad para internar a una persona y, por ende, facilitar siempre ese proceso”. Uno de los problemas que tiene la ley es que no hay presupuesto y no se toma la decisión política de aplicarla como se debería. Por ejemplo, según el reglamento no se pueden alargar las internaciones de salud mental por cuestiones sociales, pero al mismo tiempo esas cuestiones sociales son parte de la salud mental. Además de que no hay recursos para que se eviten estiramientos de la internación por cuestiones sociales, porque faltan casas de medio camino y faltan dispositivos intermedios entre un consultorio externo y una internación, pero no sería problema de la ley, sino de los recursos para aplicarla bien. En ese sentido, Federico Morgade, psicólogo y cofundador (junto a María Florencia Casettari) de la Red de Salud Mental Argentina, manifestó su preocupación porque muchos centros de atención intermedia actualmente “no son de fácil acceso y no abarcan todo el territorio nacional” y son las “formas posibles de intervenir para disminuir una sintomatología y prevenir la necesidad de internación, que es una situación más privativa y no puede ser la única opción”.
La Federación de Psicólogos defendió la Ley de Salud Mental planteando que “se trata de la implementación y no del cambio”, y agregaron que “esta situación no es nueva, y está basada en la defensa de intereses económicos corporativos de algunos actores, tales como la industria farmacéutica, clínicas y centros de rehabilitación privados, entre otros, que se ven afectados por la profundidad de la transformación que implica el pleno cumplimiento de la Ley N° 26.657. Estos grupos concentrados intencionalmente desinforman y aprovechan el sufrimiento de las familias y de quienes atraviesan padecimientos mentales, con el fin de mellar la legitimidad de la ley que fue sancionada por unanimidad.” Por más apoyo o no que haya hacia la ley, la misma procura proteger los derechos de los enfermos que padecen estos trastornos mentales, que fueron estigmatizados por la sociedad y la psiquiatría misma durante décadas. Si se permitiera a los familiares elegir sobre el futuro de los pacientes, no solo no sería profesional el modo de manejarlo, sino que muchos internarían a sus allegados sin el consentimiento de ellos y para “sacarse un problema de encima”. La ley es reconocida mundialmente, la problemática llega a la hora de aplicarla de un modo adecuado, y es ahí donde se tiene que apostar por políticas que ayuden a su aplicación.
Bibliografía:
https://www.pagina12.com.ar/425639-la-ley-de-salud-mental-y-el-debate-sobre-la-internacion-volu
https://www.pagina12.com.ar/425462-la-madre-de-chano-moreno-charpentier-pidio-modificar-la-ley-
https://www.lanacion.com.ar/revista-ohlala/que-dijo-la-mama-de-chano-durante-el-debate-de-la-ley-de-salud-mental-y-cual-es-el-reclamo-nid31052022/
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