Previo a su estreno el 17 de junio, “Lightyear” ya estaba prohibida en 14 países. ¿Por qué? Un beso entre una pareja de mujeres que dura menos de 3 segundos. Entre la polémica y el festejo, Pixar se negó a borrar la escena y actuó en defensa de la nueva cultura cinematográfica.
Por Lucila Cáceres
“Lightyear” es un punto de inflexión en las películas infantiles. El cambio de mentalidad en Pixar se esperó en el film “Luca”, en una relación que al final no se concretó entre el protagonista y su amigo Alberto, o en “Frozen 2”, cuando previo a su estreno se rumoreaba que la princesa Elsa encontraría su amor en una mujer. Sin embargo, nada de esto sucedió. Sí hubo familias o romances LGBTQ+ en series y películas de la misma empresa, como lo fue South Park, pero jamás brindaron contenido inclusivo a las audiencias más jóvenes.
Si nos remontamos al pasado, hay un patrón en las narrativas de las películas de Disney o Pixar. Aunque hay ciertas modificaciones según la trama, la base es siempre la misma: el hombre salva a la damisela en apuros y se consagra como el héroe de la historia. Ejemplos de ello son La Cenicienta, La Sirenita o Blancanieves. Pero así como en los últimos años este guion ha comenzado a diluirse, como en Moana o Encanto, las cuestiones de género también tienen su oportunidad de visibilización.
La diversidad cultural fue otro gran hito hacia los ´90, cuando Disney mostró nuevas costumbres y rasgos físicos. En ese entonces, las novedades fueron Aladdín, Pocahontas o Mulán y hacia 2009 impactó la decisión de llevar a la gran pantalla la primera película con una pareja afroamericana: La princesa y el sapo. Más tarde llegó Coco con la cultura mexicana y Moana con la polinesia.
SALIR DE LAS CUATRO PAREDES
El avance en la historia obliga a las industrias cinematográficas a adaptarse a la sociedad y su nueva concepción del mundo. Si bien la historia entre Alisha y Kiko en “Lightyear” hoy es defendida por la compañía estadounidense, sus empleados de la comunidad LGBTQ+ debieron luchar contra sus superiores para que se hiciera realidad. La intención de los ejecutivos de Disney de eliminar cualquier escena de afecto entre la pareja llegó a través de un comunicado a la revista hollywoodense Variety y su publicación tuvo el efecto deseado: el beso volvió a su ubicación original. Pero no sin generar un gran debate a nivel mundial entre progresistas y conservadores; los primeros orgullosos del cambio de paradigma y los segundos indignados por acercarle ideologías de género a los niños; la histórica excusa de que con los chicos no.
Jaime Cedillo, expresidente del Frente Nacional por la Familia de Jalisco, México, sostuvo que: “Es lamentable que una importante empresa, tan icónica y apreciada en el pasado, haya cedido su capacidad creativa a la agenda adoctrinante de la ideología de género. De buena fe llevan a sus hijos con la mejor de las intenciones de pasar un rato ameno, viendo una película infantil, pero no se imaginan que en realidad es un instrumento premeditado para normalizar y motivar en la mente de los menores el considerar como una buena opción el comportamiento homosexual y lésbico”. Mientras tanto, el cantante puertorriqueño Ricky Martin salió a defender la película vía redes sociales con la siguiente frase: "Esa gente que piensa que sus hijos se van a volver gays por ver Lightyear pónganle documentales de Einstein a ver si se les pega la inteligencia que no adquirieron por genética".
En concordancia con Cedillo, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto, Kuwait, Omán, Qatar, Malasia, Indonesia, Jordania y Líbano, son 11 de las 14 naciones que prohibieron el film. Desde la Oficina Reguladora de Medios del Ministerio de Juventud y Cultura de Emiratos Árabes Unidos, comunicaron que “Lightyear” no iba a ser presentada en los cines “debido a su violación de los estándares de medios del país”. Algo similar sucedió en otros países de Medio Oriente, en donde consideran un crimen la relación entre personas del mismo sexo.
Aún así, la posición de Pixar es firme. Llegó la hora de aceptar la realidad, la diversidad de género y orientación sexual. De hecho, son los niños los primeros en entenderlo, pues no cargan con los prejuicios del mundo adulto. Aunque “Lightyear” fue un fracaso en la taquilla, en lo que respecta a la representatividad y previo al Día Internacional del Orgullo, Pixar ha hecho historia.
Comments