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Digital fashion: una propuesta de moda sustentable

Con la popularización de la realidad virtual diseñadores independientes, grandes marcas y de alta costura apuestan a la indumentaria digital para los avatares de las diversas plataformas.

Por María Sol Pena Un futuro donde la industria de la moda no contamine tanto y sea más amigable con el medioambiente parecía muy lejano hasta que llegó la indumentaria digital, con una propuesta sustentable para el mundo y para las personas que confeccionan las prendas, quienes muchas veces tienen trabajos precarizados. Ahora la pregunta es: ¿qué es la moda digital? Los metaversos son entornos donde los humanos interactúan e intercambian experiencias virtuales mediante uso de avatares, a través de un soporte lógico en un ciberespacio, el cual actúa como una metáfora del mundo real. Básicamente es un mundo infinito de comunidades virtuales interconectadas en el que la gente puede reunirse, trabajar y jugar con dispositivos de realidad virtual, gafas de realidad aumentada, aplicaciones en smartphones y otros dispositivos. "También incluirá otros aspectos de la vida

digital, como compras, ropa, y medios sociales" según Victoria Petrock, analista que sigue tecnologías emergentes.

A partir de esta tendencia, firmas internacionales como Puma, Adidas, Under Armour y Off-White crearon diversas prendas para ofrecer en este mercado. Las grandes marcas de alta costura, calzado y accesorios están haciendo su aparición en la pasarela de lo no tangible: Ralph Lauren, Zara, Tommy Hilfiger son algunas de las iniciaron sus campañas en diferentes plataformas. El director de Balenciaga, Cédric Charbit, exhibió algunas de sus creaciones cibernéticas, y anunció meses atrás que la casa está creando un departamento dedicado exclusivamente a la Web 3.0 con el objetivo de explorar oportunidades comerciales y de marketing. Gucci, por su parte, sentó las bases con su propio universo en Roblox, donde más de la mitad de los usuarios tienen menos de 13 años.

El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, anunció este viernes que la compañía está lanzando una tienda de ropa de diseñador digital llamada "Meta Avatars Store". La nueva tienda virtual se lanza en Facebook, Instagram y Messenger y permitirá a los usuarios comprar ropa digital para sus avatares. El store comenzará a desplegarse la próxima semana e inicialmente ofrecerá conjuntos digitales de Balenciaga, Prada y Thom Browne. Meta no reveló ninguna información de precios para estos conjuntos digitales, pero se asume que tendrán valores similares a los de la ropa tangible.

Según un estudio publicado en septiembre de 2020 por el Servicio de Investigación del Parlamento Europeo, la moda, después del petróleo, es la segunda industria más contaminante del mundo. Por eso en The Fabricant Studio, la plataforma líder del sector, cualquier persona puede convertirse en creador de moda digital y participar en su economía. “No explotamos más que nuestra imaginación”, señala la empresa holandesa de moda digital, que se hizo conocida por vender el primer vestido de alta costura

virtual por 9.500 dólares. “Estamos creando una casa de moda descentralizada con la que vestir a los ciudadanos del metaverso y crear una industria de moda más creativa, igualitaria y sostenible”, aseguran.

Los clientes de DressX, una empresa especializada en la comercialización de diseños exclusivamente digitales, pueden probarse la ropa digital a través de la tecnología de realidad aumentada. Si deciden comprarla, suben una foto de ellos mismos al sitio web o la aplicación y, en uno o dos días, reciben la foto con su pieza de moda digital ya editada profesionalmente en sus cuerpos, lista para que la publiquen en las redes sociales. Los pasos que se deben cumplir para vestir un avatar tienen muchas similitudes con la sastrería artesanal. El equipo de diseñadores, mediante diferentes softwares de representación en 3D se ocupa de integrar la prenda de manera natural al cuerpo, cuidando el valor estético de la indumentaria y de la imagen enviada.

En conjunto con esta moda surgió también un movimiento de influencers digitales. Resulta

imprescindible hablar de Lil Maquela, la influencer virtual que nació (literalmente) en Instagram en abril de 2016. TechCrunch ha señalado que sus creadores han cerrado un contrato de más de 120 millones de euros, quedando claro que los influencers virtuales son ya el futuro de los negocios, de los anuncios y cómo no, de la moda.

Si bien es un largo trecho el que queda todavía por recorrer para hablar de una industria “no

contaminante”, por lo menos se sabe que están en el camino correcto. Sin embargo, el real cambio debe darse en el consumo de las personas también, que ven a las prendas como productos descartables, cuando en verdad deberían tener un ciclo de vida más extenso.

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